Los trabajos de cuidador son esenciales en muchas sociedades y cada vez más demandados debido al envejecimiento de la población. Estos profesionales brindan apoyo físico, emocional y a veces médico a personas mayores o con discapacidades.

Los cuidadores pueden trabajar en hogares particulares, residencias, hospitales o centros de día. Sus tareas varían desde asistencia con la higiene personal hasta la administración de medicamentos, preparación de alimentos y compañía para reducir la soledad del paciente.

No siempre se requiere una formación formal, aunque contar con certificados en primeros auxilios, cuidados geriátricos o enfermería básica es una ventaja significativa. La empatía, paciencia y responsabilidad son cualidades clave para quienes ejercen esta labor.

En muchos países, incluidos Estados Unidos, Canadá y España, los cuidadores son altamente valorados y tienen buenas perspectivas laborales. Algunos empleadores incluso ofrecen programas de capacitación pagada o ayuda con la residencia legal.